A los 7 meses de posesionado el
nuevo gobierno es necesario hacer un recuento de los últimos acontecimiento políticos
suscitados en el Ecuador, definir posibles escenarios y las tácticas a seguir
del Movimiento Antifascista (llámese Movimiento Antifascista a todas las
organizaciones sociales, partidos políticos y ciudadanos no alineados con el
fascismo de Alianza País).
Luego de un proceso electoral
visiblemente turbio con padrones electorales inflados, miembros del CNE
afiliados al partido de gobierno (si no en documentos, de conveniencia, corazón
y convicción), ante la explosión de los escándalos internacionales de
corrupción (ODEBRECHT, CAMINOSCA, Venta de Petróleo, etc.) que embarraron a
altos mandos de Alianza País como el Vicepresidente Jorge Glas, el Contralor
General Carlos Polit, el ex Ministro de Hidrocarburos Carlos Pareja y ex
Ministro de Electricidad Esteban Albornoz y un sinnúmero de allegados al ex presidente
Rafael Correa; y, ante la evidente inconformidad de amplios sectores de la
sociedad con las políticas gubernamentales y actos de corrupción que se
expresaron con movilizaciones ciudadanas en las calles que llevaron inclusive a
tambalear al anterior gobierno; el nuevo mandatario Lenin Moreno toma una
actitud más cauta y conciliadora en búsqueda de legitimarse en el poder y obtener
un grado de popularidad y gobernabilidad aceptables que le permitan la
continuidad de su gobierno.
La táctica política que eligen
con ese fin Moreno y su equipo de asesores es el distanciamiento paulatino de la
figura de Rafael Correa y los miembros de su círculo más cercano, buscando
hacerlo de manera tan sutil que esto no ocasione un resquebrajamiento en la
unidad del partido de gobierno; en este escenario Moreno lanza su propuesta de
Consulta Popular, elimina las cadenas sabatinas y deja de insultar a los
opositores, organiza un diálogo nacional, deja hasta cierto punto de utilizar
los medios públicos e incautados como aparatos de propaganda fascista, retira
el respaldo y funciones a Jorge Glas,
denuncia el mal manejo económico del anterior gobierno, así como los errores y problemas en megaproyectos como Refinería
del Pacífico, Yachay, Refinería de Esmeraldas, manejo de medios de comunicación
públicos e incautados, etc. Táctica que sirvió de maravilla a Moreno para
legitimarse en el poder, conjurar un posible intento golpista del ala correista
de Alianza País (liderado por Glas) y obtener un grado de popularidad y
aceptación importantes para consolidarse en el poder.
Sin embargo, la Consulta Popular
nunca fue parte del programa de gobierno de Alianza País, más bien se erige
como un logro del empuje de todas las fuerzas de oposición al anterior gobierno
y la única salida que tenía Lenin Moreno para ganarse el apoyo popular que no
obtuvo en las urnas en abril del 2017. Eso hace que la táctica de Moreno, a
largo plazo, le genere varios inconvenientes: a) conflictos internos en Alianza
País que se siguen profundizando y podrían acabar en una ruptura definitiva de
las dos alas del movimiento, b) destrucción de la imagen de la gestión del
gobierno de Alianza País durante la década pasada que fue inflada y mitificada
por medio del uso y abuso de la propaganda fascista del anterior régimen, y con
esto, reducción significativa del número y la convicción de los adherentes,
militantes y simpatizantes del movimiento político, en fin, debilitamiento de
la estructura partidista; c) Reagrupación y reorganización de los movimientos
sociales, que en este tiempo de tregua, aliviados del acoso brutal del aparato
represivo fascista, día a día van recomponiendo sus filas (UNE, FEUE, FESE,
FUT, Yasunidos, Comisión Anticorrupción, Etc.) d) Ampliación del frente
opositor electoral y gremial, por un lado la oposición antifascista (CREO,
Unidad Popular, ID, FE, Pachakutik, UNE, FEUE, FESE, FUT, Yasunidos, Comisión
Anticorrupción, Etc.) y por otro lado el ala correista de Alianza País
conspirando en contra de Moreno, la consulta y pugnando por la radicalización
del fascismo.
En este contexto, el escenario
del TONGO que plantean algunos movimientos y organizaciones sociales es muy
poco probable por cuanto son muchas las bajas y problemas que generó la pugna Moreno
VS Correa en las filas del AP, y en el caso de existir dicho tongo, le habría
salido el tiro por la culata a los organizadores del mismo. Además, plantear el escenario de un TONGO es no
reconocer los logros de la lucha antifascista protagonizada en las calles por
los ciudadanos quiteños, indígenas y organizaciones sociales; así como la lucha
a muerte librada en la campaña electoral del 2017 por los partidos y
movimientos políticos antifascistas. Si bien el tongo es algo poco probable, exista o
no, el movimiento antifascista en el Ecuador no debe olvidarse de los
siguientes postulados:
-
Que Alianza País (con o sin Correa) es un
partido que representa lo más recalcitrante del fascismo en nuestro país y en
sus filas recoge a la peor calaña política de la historia de sociedad
ecuatoriana, los políticos más corruptos y sin escrúpulos.
-
Que si Lenin Moreno ha accedido a algunos
clamores del movimiento antifascista, lo ha hecho por la presión de la
coyuntura política, no porque sea un aliado o líder a seguir o defender por
parte del movimiento.
-
Que los pequeños logros que viene alcanzando el
antifascismo en el actual gobierno (Consulta Popular, juicios contra
funcionarios corruptos, menos persecución a líderes sociales, etc) no se deben
al señor Lenin Moreno, sino a la lucha librada con valentía durante los diez
años de la DECADA ROBADA por los ciudadanos y organizaciones sociales
antifascistas en las calles.
-
Que hay fuerzas pujantes dentro y fuera de
Alianza País que buscan a toda costa retomar el camino radical del fascismo que
transitó el Ecuador bajo el mandato de Correa.
-
Que la única forma de derrotar al fascismo es en
las calles, mediante protestas, plantones, huelgas, paros, etc. No solo con la
pasividad de ir a votar por tal o cual opción o candidato en las elecciones.
-
Que Lenin Moreno siendo de la misma escuela política
de Correa, una vez que se sienta consolidado y cómodo en el poder, muy probablemente
dejará su tono conciliador y emprenderá el camino de la represión y el terror
fascista que ya experimentamos con Correa durante 10 años.
Tomando en cuenta estos
postulados, es necesario plantearnos las tácticas a seguir por parte del
Movimiento Antifascista en el Ecuador, las cuales a criterio del Colectivo
Democracia y Libertad deberían ser las siguientes:
a) Reagrupación
y reorganización de los movimientos sociales, gremios y sindicatos en torno a
la campaña por el SI en la Consulta Popular, pero también en torno a
movilizaciones contra la corrupción y la impunidad, contra las medidas
antipopulares del gobierno, en fin, contra la restauración de las políticas
fascistas.
b) Unidad
del movimiento antifascista en torno a los procesos electorales que se avecinan
(Consulta Popular 2017 y Elecciones Seccionales 2019) a fin de evitar y
conjurar posibles fraudes electorales y en búsqueda de incrementar la
participación de los partidos y movimiento antifascistas en el escenario
político a nivel nacional.
c) Unidad
del movimiento antifascista encaminada a derrotar y sepultar definitivamente al
fascismo en las Elecciones Presidenciales 2021, en lo posible unificados en
torno a un candidato único de la verdadera oposición, y sin olvidar la tarea de
organizar la movilización ciudadana a fin de conjurar el peligro de un nuevo fraude
electoral fascista.
¡ABAJO LA DICTADURA FASCISTA DE
ALIANZA PAÍS!
¡POR UN ECUADOR LIBRE Y
DEMOCRÁTICO!