martes, 4 de julio de 2017

LA ENCRUCIJADA DEL PUEBLO VENEZOLANO, ¿COMENZÓ LA GUERRA CIVIL?




Por: Colectivo Democracia y Libertad
Julio de 2017
La dictadura fascista del “socialismo del siglo XXI” que ha gobernado durante 18 años a Venezuela, ha sumido a la hermana nación en la más grave crisis financiera, política, alimentaria y humanitaria de la historia de América Latina[1].
Lamentablemente, la estructura de poder instaurada por el fascismo en la República Bolivariana de Venezuela hace que la salida a la crisis sea una meta muy difícil de alcanzar para el pueblo venezolano, sobre todo si tenemos claro que la única salida posible de la crisis es la caída del gobierno fascista y la destrucción de las estructuras políticas, militares e institucionales fascistas montadas durante las dos últimas décadas.
Al respecto, cabe analizar las fuerzas y posibilidades con las que cuenta el movimiento antifascista liderado por la Mesa de la Unidad Nacional MUD y las del fascismo liderada por el Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV. Por un lado, el MUD cuentan con la mayoría del órgano legislativo (Asamblea Nacional) y con el apoyo de la mayoría del pueblo Venezolano que ha demostrado su valentía y decisión en los más de noventa días de protestas y movilización que llevan adelante en oposición a las pretensiones de una maniatada Asamblea Constituyente de Nicolás Maduro para consolidarse en el poder; además con el respaldo de uno que otro detractor del fascismo como la Fiscal General de la Nación Luisa Ortega Díaz[2]. Por el otro lado, si bien el PSUV y Maduro no cuentan con el respaldo popular ni con la función legislativa, cuenta con una función judicial y fuerzas armadas incondicionales al régimen, pero además, con las fuerzas paramilitares armadas conformadas por alrededor de 500.000 miembros que están divididas varios grupos como la Milicia Bolivariana, los Colectivos Chavistas, entre otros[3].
Por lo expuesto, el panorama del movimiento antifascista venezolano es más sombrío de lo que a simple vista podría pensarse, ya que hablamos de población civil desarmada enfrentándose a las Fuerzas Armadas del Estado y a grupos paramilitares armados que defienden a ultranza la permanencia en el poder de Nicolás Maduro y la vigencia de la institucionalidad fascista. En consecuencia, el advenimiento de una Guerra Civil en Venezuela es inexorable, y siendo más minucioso aún, podríamos decir que la Guerra Civil en Venezuela ya comenzó, dado que ya existen más de 107 fallecidos en las protestas contra el régimen fascista de Maduro[4].
Entre las pocas salidas válidas para evitar el encrudecimiento de esta Guerra Civil en Venezuela están: 1) La destitución de Nicolás Maduro por parte del Tribunal Supremo de Justicia por crímenes de lesahumanidad, lo cual es muy improbable pues los miembros de dicho Tribunal son fascistas a rajatabla; 2) Un Golpe de Estado liderado por levantamiento cívico militar con apoyo del movimiento popular antifascista, o 3) El asesinato del dictador Nicolás Maduro, que abriría las puertas a elecciones anticipadas según la Constitución Bolivariana de Venezuela que en su artículo 233 expresa:
“Artículo 233. Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República: su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, su incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional, el abandono del cargo, declarado como tal por la Asamblea Nacional, así como la revocación popular de su mandato.
Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o la nueva Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional.
Si la falta absoluta del Presidente o Presidenta de la República se produce durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o la nueva Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Vicepresidente Ejecutivo o la Vicepresidenta Ejecutiva.    
Ante el panorama de una incipiente Guerra Civil, y con las puertas cerradas definitivamente a la única salida pacífica e institucional viable que quedaba (referéndum revocatorio del mandato de Maduro), el movimiento antifascista venezolano tan solo tiene dos alternativas, seguir luchando pacíficamente sin esperanzas de conseguir ningún objetivo a corto o largo plazo; u, organizar la resistencia civil armada con la leve esperanza de recibir respaldo militar de parte de la ONU en un mediano plazo.
A todos los partidos y movimientos que conforman el Movimiento Antifascista Venezolano no les queda más que proceder a organizar al pueblo en armas para resistir, combatir y derrocar definitivamente al fascismo con o sin ayuda de EEUU o la ONU, tomando en cuenta que a los venezolanos solo les quedan tres opciones: 1) huir a otro país, 2) morir del hambre y la miseria o 3) empuñar las armas y luchar por su libertad.
¡MUERTE AL FASCISMO MODERNO DE LATINOAMÉRICA (“SOCIALISMO” DEL SIGLO XXI)!
¡ABAJO LA DICTADURA FASCISTA DE MADURO!