Por: Colectivo Democracia y Libertad
Febrero de 2017
El estallido social en Cuba en el año 1956, concluyó con
la victoria de la Revolución Cubana liderada por el Movimiento 26 de Julio y el
ascenso al poder de Fidel Castro el 1 de enero de 1959.
El Movimiento 26 de Julio como tal no tenía una orientación
netamente socialista, sino que más bien estaba conformado por líderes de
diferentes tendencias liberales, socialistas, comunistas, nacionalistas.
Una vez en el poder, Fidel Castro decide emprender un
acercamiento con el presidente de los Estados Unidos de América Dwight
D. Eisenhower, visita que sería realizada el 15 de abril de 1959[1], y que concluiría en la
negativa del presidente yankee de reconocer como un gobierno legítimo al
liderado por Castro.
Preocupado por la falta de
legitimidad en el plano internacional que significaba la negativa de Eisenhower,
Castro y su gobierno deciden mirar hacia la URSS, concretándose una visita al
primer mandatario de la enunciada potencia mundial Nikita Jrushchov en
abril de 1963[2]
hasta entonces el gobierno de castro nunca se había proclamado socialista,
comunista, marxista o cosa por el estilo.
El
mandatario soviético al ver la conveniencia de tener un aliado a tan solo 150
kilómetros de su rival en la Guerra Fría, y muy consciente del potencial
estratégico militar y político que esto representaba en la lucha con su enemigo, decide no solo reconocer al gobierno de Cuba liderado por Castro,
sino, colaborar con la isla comercial, financiera y militarmente.
Obviamente,
la relación iniciada por cuba con la URSS no era igualitaria (por gran
superioridad económica, militar, política de la superpotencia), sino que más
bien convertía a la Isla en una
especie de estado subordinado al bastón de mando del kremlin y dependiente
económica, militar y políticamente del mismo.
Esta dependencia lleva al gobierno de
Cuba a proclamarse marxista-leninista, y adoptar el modelo económico político
impuesto por la URSS, expulsar a los inversionistas y empresas estadounidenses
de la isla y ganarse un enemigo de peso pesado a pocos kilómetros de sus
costas.
Así, podemos afirmar, que Castro y su
equipo de gobierno adoptan el marxismo como ideología y el socialismo como
modelo político sobre la marcha del proceso revolucionario y presionados por la
coyuntura política a la que tuvieron que adaptar su gobierno y no porque Castro
y sus colaboradores hayan tenido desde un principio un ideario marxista
leninista en mente[3].
El acercamiento de Cuba a la URSS y
la expulsión de las empresas y capitales norteamericanos de la isla motivan que
EEUU emprenda una guerra económica en contra de la isla, estableciendo un
bloqueo económico y comercial en octubre de 1960[4],
embargo que no determinó un impacto significativo para la economía cubana ni su
gobierno ya que ellos mismo habían roto relaciones comerciales con EEUU y principales aliados años atrás, y por
cuanto la economía cubana estaba atada por un cordón umbilical a la Unión
Soviética.
La caída de su principal y único
socio comercial, político y militar, la URSS en el año 1989, lleva a Cuba a una
grave crisis económica. Sin embargo, el establecimiento del modelo de gobierno
socialista permitió a los Castro y su círculo de poder desde la victoria de la
revolución establecer un control total por parte del Partido comunista de Cuba
(partido único por cierto) de todas las funciones y poderes del Estado, lo que
facilitó al gobierno mantenerse hasta la actualidad en el poder, sin ninguna
oposición, gobernando, eligiendo autoridades, legislado, judicializando y
sancionando en base a los designios de los líderes del Partido Comunista con
Castro a la cabeza. La crisis económica
de Cuba, no produjo cambio alguno en la dirección y rumbo político de la isla
pues en 40 años, se había implementado una dictadura perfecta y omnipotente, a
tal punto que los detractores de la revolución tan solo tenían tres destinos
ciertos, la cárcel, la muerte o el exilio.
Parte del poder omnímodo que ha
ejercido el castrismo en cuba por más de 50 años se debe al adoctrinamiento de
sus fuerzas armadas, las mismas que fueron creadas y forjadas en el calor de la
lucha armada revolucionaria y no son más que un simple apéndice del Partido
Comunista Cubano.
En el aspecto económico los logros de
la revolución cubana son realmente insignificantes, tanto así que no se ha
desarrollado ni de manera incipiente la industria liviana ni pesada de la isla,
no se ha avanzado en construcción de infraestructura (electricidad, puertos,
aeropuertos, carreteras), no se obtenido una soberanía energética ni
alimentaria que permita el desarrollo de la nación.
Mucho de los defensores de la
revolución cubana se escudan en temas como el avance de la medicina, la
atención en salud y la educación; temas que son fácilmente refutables puesto
que ninguno de los principales avances en la medicina moderna provienen de la
isla, Cuba ni siquiera se encuentra entre los 20 países líderes en el Ranking
Mundial de la Salud[5],
los cubanos no han contribuido con ningún descubrimiento científico de
importancia durante la revolución, y durante el castrismo, hasta el año 2013 aproximadamente 2´013 155 habitantes
(más del 18 por ciento de la población) habrían huido de la isla en balsas
improvisadas en busca de una mejor situación económica[6].
La crisis económica en varios países de Latinoamérica, y el
rechazo de amplios sectores de la sociedad a las políticas expansionistas y
depredadoras de los Estados Unidos generó en movimientos sociales y partidos
políticos “de izquierda” un caldo de cultivo muy fértil para la expansión del
castrismo en varios países de centro y Suramérica
El ascenso al poder de Hugo Chávez en Venezuela en 1999 le
dio oxígeno artificial al modelo “socialista” de Cuba y al poder de los Castro
a su cabeza, tanto así que representó la llegada de donaciones monetarias y
petroleras importantes, más aún cuando el “socialismo” del siglo XXI llevo al
poder a varios personajes afines a Castro como Ortega en Nicaragua, Correa en
Ecuador, Morales en Bolivia, Kirchner en Argentina y Lula Da Silva en Brasil.
En poco tiempo, por la afinidad de Chavez con la revolución cubana Venezuela
llegó a convertirse en el mayor socio comercial de Cuba, “Desde la firma del primer Convenio Integral de Co- operación
Cubano-Venezolano de octubre del 2000, Cuba comenzó a recibir cantidades
apreciables de pe- tróleo que ascendieron a 53.000 barriles diarios (bd) en
2004, un poco más del tercio del consumo nacional, y a enviar personal
profesional a Venezuela”[7]
Por otro lado, los nuevos aliados políticos de Cuba aportaron
durante una década entera con ciertas ofrendas y dádivas al gobierno de los
Castro, el gobierno ecuatoriano con Rafael Correa a la cabeza no fue la
excepción, con donativos de programas de vivienda, dinero en efectivo e
inclusive la firma de un Convenio Integral de Cooperación Económica suscrito el
año 2014 entre ambos países, en el cual “se acordó la capacitación para el aumento de la eficiencia productiva
en el sector agropecuario de ambos países; construcción de una planta de
bioinsumos; promoción del uso de plaguicidas, biofertilizantes, vacunas y otros
productos veterinarios cubanos en el Ecuador; desarrollo energético; mecanismos
de cooperación técnica especializada en materia de educación; impulso a planes
culturales y apoyo a las transacciones a través del Sucre.”[8]
Ni el apoyo económico y moral de Chavez y sus aliados a Cuba
lograron por lo menos estabilizar el tambaleante modelo económico de la isla,
peor aún con la crisis económico-política derivada de la caída de los precios
del petróleo y el mal manejo económico del gobierno que afectó Venezuela y Ecuador a
inicios del año 2013 y que viene profundizándose a diario desde entonces.
Sin embargo no todos los cubanos han tenido que soportar
situaciones de extrema pobreza durante el castrismo, es así que los Castro y
demás líderes de la Revolución Cubana han vivido más de 50 años de prosperidad
y abundancia a tal punto que se calcula que Fidel Castro durante su mandato habría amasado una fortuna que
ascendería a los 900 millones de dólares según Forbes[9].
La muerte del
dictador cubano marca una nueva época para el pueblo cubano, el cual solo podrá
mejorar su destino en base a una autocrítica de la aventura emprendida en 1959,
que les permita a los líderes estudiantiles, barriales, militares y políticos
consientes y de buena voluntad, quitarse las vendas puestas en sus ojos por el
fanatismo político ideológico generado por la intensa propaganda gubernamental
durante más de 50 años de revolución, y tomar un rumbo cierto hacia un futuro
mejor, sin convertirse nuevamente en un cabaret al servicio de los yankees,
pero tampoco una hacienda de propiedad de caudillos locales como los Castro.
[1] http://www.history.com/this-day-in-history/castro-visits-the-united-states
[2] https://actualidad.rt.com/actualidad/224536-primera-visita-fidel-urss
[3] La
Banca Rota del Revisionismo Cubano, Partido Comunista del Ecuador “Sol Rojo”, 5
de oct de 2010, http://www.mediafire.com/file/7843erl5y9f8tux/BANCARROTA+DEL+REVISIONISMO+CUBANO.pdf
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Embargo_estadounidense_a_Cuba
[5] http://www.eleconomista.com.ar/2012-08-3907/
[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Inmigraci%C3%B3n_cubana_en_Estados_Unidos
[7]
ROLANDO H- CASTAÑEDA, El insostenible apoyo económico de Venezuela a Cuba y sus
implicaciones, Pag. 137. http://www.ascecuba.org/c/wp-content/uploads/2014/09/v20-castaneda.pdf
[8] http://www.elciudadano.gob.ec/cuba-y-ecuador-firman-convenio-de-cooperacion-economica-2/
[9] http://peru21.pe/mundo/fidel-castro-fortuna-padre-revolucion-cubana-ascenderia-900-millones-dolares-2263888
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