En la coyuntura política
actual en Ecuador, es de suma importancia desenmascarar el carácter fraudulento
de los procesos electorales dirigidos por el gobierno de Alianza País, para el
efecto, es importante comprender que
los fraudes electorales no solo se realizan al momento mismo del conteo de
votos y proclamación de resultados, sino, desde el momento mismo en el cual se
aprueban leyes y normativas fraudulentas y en base a ellas se elaboran los
padrones electorales, se publican encuestas fraudulentas y en general, a lo
largo de todo el proceso, es así que realizaremos un breve análisis de
los puntos más importantes del fraude electoral 2017:
Cabe
enunciar que los procesos electorales fraudulentos a cargo de AP empiezan en
Ecuador mediante la compra de conciencias en la Asamblea Nacional con la cual se
aprobó la reforma al Código de la Democracia en enero de 2012[1], conciencias como la del entonces Asambleista por el PRIAN Wladimir Vargas (hijo de Frank Vargas) que luego fue premiado por el gobierno designándolo como Embajador de Ecuador en Brasil; reformas
en las cuales de modificó el mecanismo de asignación de escaños para
Asambleístas, entrando en vigencia el denominado “método de Hont”[2],
que permite a las agrupaciones políticas con el mayor porcentaje de votación
beneficiarse con la asignación de un número de escaños mayor al que le
correspondería en relación al porcentaje de su votación, es así que en las
elecciones legislativas 2013 Alianza País con el 54% de votos válidos obtuvo
más de cien escaños es decir alrededor del 72% de los asambleístas, lo cual le
permitió al partido de gobierno aprobar y reformar leyes a su antojo, e
inclusive modificar la Constitución de la República incorporando entre dichas
reformas la reelección indefinida de las autoridades de elección popular. En el
caso de las elecciones legislativas 2017, Alianza País obtuvo un total de 73
curules[3]
con una votación equivalente a tan solo el
39% de los votos válidos, es decir se apoderaron por medio de este fraudulento
método del 52% de la representación en la Asamblea Nacional.
De
igual manera, la preparación de un fraude electoral se determina con la
elaboración de padrones electorales inflados, no depurados, que permiten el
sufragio de difuntos o personas residentes en el extranjero no empadronadas en
su lugar de residencia, ya que según el INEC el número
habilitado de votantes es de 11´118.306 personas, pero el Consejo Nacional
Electoral, en forma escandalosa indicó que los autorizados para sufragar son 12´735.792 de votantes. Esto es 1´617.486
electores adicionales o fantasmas, diferencia que equivale al 14,55% del total
de mayores de 16 años. Un candidato presidencial al que se le sume este 14,55%
injustificado podría pasar de 26% al 40,55%. Con esta diferencia de 1´617.486
votantes fantasmas, que equivalen al 14,55% del total nacional, según la
denuncia documentada, y nunca rebatida, aparecen 283.715 votantes adicionales o
fantasmas en Guayas; 250.783 en Pichincha; 181.714 más en Manabí; 103.188 en
Azuay; 83.937 en Santo Domingo; 73.045 en Los Ríos; 63.779 en Cañar; 60.929 en
Cotopaxi; 63.243 en El Oro; 63.749 en Imbabura; 62.402 en Loja, y así
sucesivamente[4].
De igual manera, el fue una clara muestra de
irregularidades en el proceso electoral el procedimiento adoptado por el CNE en
el cual se puso el material electora (actas de escrutinio) a cargo de la
empresa contratada para el escaneo de actas, hecho por el cual el ex Comandante
del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas General Luis Castro, denunció que
los militares perdieron la cadena de custodia de las urnas y actas ya que estas
permanecieron un tiempo a cargo de la
empresa encargada del escaneo de las actas.
Cabe enunciar, que como
antesala de los procesos electorales fraudulentos, se aseguró la designación de
miembros del Consejo Nacional Electoral
y el Tribunal Contencioso Electoral, que en su totalidad son cercanos a Alianza
País, e inclusive, el presidente del CNE Pablo Pozo es compadre del presidente
Correa y el Presidente del TCE Carlos Vaca Mancheno es hermano del ex asesor de
Correa.
El
fraude electoral también se manifiesta en el manejo de encuestas fraudulentas
tendientes a confundir a la opinión pública, es así como en la primera vuelta
electoral, el gobierno de Alianza País anunciaba que varias encuestadoras
cercanas al régimen, entre ellas Perfiles de Opinión, daban como ganador en una
sola vuelta al binomio oficialista Moreno – Glass[5],
de igual manera, la enunciada encuestadora gobiernista hablaba de una supuesta
ventaja de más de 15 puntos porcentuales del binomio Moreno Glass sobre Lasso-Páez
en segunda vuelta[6],
hechos que en los resultados oficiales quedaron evidenciados como una gran
mentira al servicio de la candidatura de gobierno. Cabe enunciar que la Directora de la encuestadora Perfiles de Opinión es Paulina Recalde, militante activa de Alianza País.
3. USO DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN, VEHÍCULOS,
RECURSOS Y FUNCIONARIOS PÚBLICOS AL SERVICIO DE LA CAMPAÑA ELECTORAL DEL
PARTIDO DE GOBIERNO
Otra
de las formas de manifestación del fraude electoral es el uso de medios de
comunicación públicos e incautados para promocionar la candidatura oficialista
y desprestigiar a los candidatos opositores, hecho que fue evidente en la
contienda electoral 2017 con el uso de Gama TV, TC Televisión, Ecuador Tv, radio
Pública, radio de la Asamblea Nacional, periódico El Telégrafo, etc, etc, etc. Como medios de promoción
de la candidatura de Lenin Moreno y sus candidatos a Asambleístas, así como de desprestigio,
principalmente a la figura del binomio Guillermo Lasso-Andrés Páez. Pero,
además, se evidenció el uso de vehículos del Estado, enlaces ciudadanos, y
funcionarios públicos como un gigantesco aparato de campaña utilizado a favor
del binomio oficialista y sus candidatos a asambleístas y parlamentarios
andinos, tanto en la primera, cuanto en la segunda vuelta electoral.[7]
El
fraude electoral, se concreta al momento al momento mismo del sufragio y el
conteo de los votos, por medio de la manipulación de las actas de escrutinio y
el sistema informático utilizado para el cómputo de los resultados, la
publicación de exit poll favorable al candidato de gobierno. Es así como en el
sistema informático del CNE existen serias inconsistencias numéricas en los
resultados de la segunda vuelta electoral, ya que si sumamos los 5´060.424 de
votos que habría obtenido el candidato Lenin Moreno, más los 4´833.828 votos de
Guillermo Lasso, más los 672.234 votos nulos, más los 69.898 votos blancos, más
los 2´188.932 personas que no sufragaron, nos
da un total de 12´825.316 votantes, cuando en el padrón electoral tan
solo existen 12.816.698 electores, es decir, en el
sistema informático del Consejo Nacional Electoral, aparecen 8.618 electores
fantasmas. De igual manera, es algo curioso que el
ausentismo en la primera vuelta electoral haya sido de 2´356.424 personas, y en
la segunda vuelta, sea de 2´188.932 personas, osea, según los resultados del CNE 167.492 personas que no votaron en la
primera vuelta electoral, si acudieron a sufragar en la segunda vuelta. Por otro lado, del análisis matemático de los resultados oficiales del CNE encontramos que supuestamente, en la primera vuelta electoral hay 736.743 votos nulos y en segunda vuelta se reducen los nulos a la cifra de 672.234 votos, es decir, 64.509 votos nulos menos que en la primera vuelta, lo cual en un análisis político de dicha tendencia resulta insólito ya que en primera vuelta, al tener más opciones de candidaturas, debería haber menos votos nulos que en segunda vuelta.[8]
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